12 jul 2017

Ermitaño

Mucho miro el cielo
aunque con las luces de la ciudad
 las estrellas casi no se ven.
cada tanto voy el mar
no tanto como quisiera
y el espumon que va y viene.

Siempre siento el viento en mi cara
arriba de  los acantilados
y cuando no està, lo anhelo.
cada tanto me escapo al campo
piso el pasto y miro el ocaso

 nostalgio el abrazo del calor
y no extraño el frio de la mirada del invierno
las gotitas en la ventana de la escarcha
traen añoralgias

Pero mas extraño ese abrazo firme y certero
y esa espumosa sonrisa de la mañana

Cada canciòn de la hora de los mates
deja la panza crujiente de puta melancolia.
despierta al ermitaño que hoy y desde hace tiempo
 habita en mi.



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